jueves, 30 de agosto de 2012

(Re) Interpetaciones

Primavera - Verano, Colección Crucero, Otoño - Invierno, Prefall... Al menos cuatro son las ocasiones que se le brindan a las amantes de la moda para observar de primera, y segunda mano, los desfiles de sus marcas preferidas. 

Nueva York, París, Milán, Madrid... cada vez son más las ciudades que se suman al cartel de la Mercedez Benz Fashion Week, aunque cada uno de nosotros puede apreciarlo desde el cómodo sofá de su casa conectado a internet.



Esto hace que no sea necesario acudir a dichos eventos, aunque sí, segurísimo que tanto tú como yo nos morimos de ganas por ir y codearnos con los invitados más chics. A lo que realmente voy es que, un cerebrín de la costura y del patronaje puede fácilmente interpretar a su manera o simplemente plagiar los diseños que tan sólo hace un par de segundos acaban de ser mostrados al mundo entero tras meses de diseño y patentes, y que en un plis pasan a ser propiedad de la nada.

El gran quiz de la question son las marcas low-cost, tales como Zara, Stradivarius, etc; quienes cada temporada "reinterpretan" a su manera, o más bien a la propia manera de los diseñadores madre, las creaciones que éstos tantos meses han trabajado. Es cierto que no es posible registrar un modelo, un color o un corte, pero ¿dónde queda el respeto a la originalidad, a la creatividad, a la propia personalidad del diseñador?

Si te das un paseo por cualquier tienda low-cost, puedes tropezarte sin ninguna complicación con alguna prenda que en realidad sea obra de las grandes marcas que solemos admirar pero no podemos comprar. De ahí el paseo por la tienda low-cost. Al menos en mi caso...

Citaré algunos claros ejemplos. Para empezar, los trenchs. Patentados como nunca y como siempre por Burberry, se han convertido en objeto de deseo de muchas de nosotras. Yo misma compré unos en Stradivarius rebajados por sólo 10€... Pero lo cierto es que Zara también ha fijado su ojo en ellos.

Zara trench, 79,95€

Burberry London, 995€

Stella McCartney es otra de las marcas que más se ha dado a conocer en estos últimos años. Por ello no es de extrañar que sus diseños también sean ejes de referencia. Como por ejemplo su colección de bolsos Falabella, de cuero con ribetes de cadenas plateadas. Una suprema delicia que Zara también se ha atrevido a reinterpretar. Izquierda Zara, 69,95€. Derecha Stella McCartney, 515€.


Este artículo que viene a continuación se ha convertido en todo un clásico en tan sólo tres temporadas. Chloé es la marca autora de estas botas que han conquistado el corazón del 99,9% de l@s habitantes de la blogosfera. Su color original: cuero negro o rojo con las tachuelas doradas haciendo curiosos dibujos en el empeine. Por primera vez las vi en Zara, y según han ido avanzando las temporadas los diseños han ido variando de forma muy tímida. Esta misma semana me volví a topar con ellos en Zara y con un intento de ellos en Stradivarius. Derecha, Chloé booties, 1750€, Izquierda, botines de Zara, 99,95€.


¿Qué se saca como conclusión? Es tal vez la dificultad de conseguir los productos de marca, su extremo valor mercantil quizás... Lo cierto es que siempre lo de marca ofrece una mayor calidad y servicio que los productos low cost, pero ¿quién lo paga?... El que tenga dinero claro está. Si nos paramos a comparar los precios de las grandes marcas con los otros tampoco llegan a compensar demasiado. 

¿De qué manera podemos cada uno de nosotros proteger nuestra propiedad intelectual e imaginación en un mundo en el que tan solo con cliquear accedes al mayor almacén de ideas jamás visto?
Tal vez el egoísmo creativo sea la solución. Necesito opiniones.

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